Me decidí probar estas sanaciones porque me sentía atrapada en un circulo muy negativo, donde me sentía físicamente decaída, con perdida de sueño, crisis de ansiedad, taquicardia. Hice las pruebas medicas oportunas que salieron negativas, concluyendo en diagnostico de ansiedad. A nivel personal pasaba por una fase difícil, una relación de pareja tóxica y decepciones emocionales del pasado que no terminaban de curarse, unas complicaciones en el trabajo... Sentía que no era yo misma y no veía nada con claridad, me sentía muy triste y perdida. Claramente sentía que tenía un problema energético, sin entenderlo del todo. El tratamiento con Endika fue de solo 4 sesiones. A las dos semanas ya no sufría nada de ansiedad. Poco a poco cogí confianza y encontré de nuevo la motivación. Al final del tratamiento noté que mi energía cambió radicalmente, incluso los demás me notaban distinta y me lo comentaban: Me veía radiante... y es cierto que volvía a sonreír como antes. Realmente me quedé impresionada, porque mi situación objetiva no había cambiado, sino que más bien yo desprendía una energía totalmente diferente, y eso cambió mis relaciones con los demás. Lo negativo ya no me afectaba tanto, supe separarme de lo tóxico, y mis relaciones familiares también mejoraron muchísimo.Al principio me gustó muchísimo el trato cercano, y también que no me creara unas expectativas que luego no pudieran realizarse. En ese sentido, Endika fue muy precavido, y por ello, desde el principio consiguió quitarme todas las dudas en cuanto a hacer un tratamiento de este tipo.Cuando pueda, quiero hacer la formación que me ha propuesto para optimizar mis propias facultades y aprender a mantener mi propio equilibrio. No dudaré en repetir algunas sesiones de manera puntual cuando pueda, y ya lo recomendé a varias amigas que quizás darán el paso. Realmente ahora estoy convencida que fue más completo que una terapia de psicología tradicional, que me ayudo mucho en su día tras una ruptura, pero de manera mucho mas lenta que ahora.